miércoles, 10 de octubre de 2007

El alma impresa


Es cierto. Ya nos lo habían comentado en más de una ocasión a lo largo de los cuatro años de carrera. Los medios de comunicación no sólo cumplen con sus tres funciones primordiales (informar, formar y entretener), sino que van más allá. Tienen la capacidad de mostrarnos una imagen del contexto social, político y cultural en el que fueron creados. En este sentido, los documentos periodísticos nunca pierden su valor. Es cierto. Nos lo habían dicho en clase, pero es necesario verlo con tus propios ojos para que te des cuenta de ello. Aquí como en todo, es la experiencia la que te hace aprender, o por lo menos la que hace que interiorices tus conocimientos.

¿Y todo este rollo para qué?, se preguntarán algunos. Pues esta "reflexión " viene a raíz de un texto que leí en La Vanguardia que me hizo plantearme todo lo que os he contado. "El alma impresa del mundo árabe", ése es su título. En él el corresponsal del periódico en Beirut hablaba sobre la prensa libanesa, a través de la que se pueden divisar algunas características de esta sociedad. Me llamó mucho la atención -aunque si lo piensas bien, es lógico, pues en gran parte del mundo árabe la mujer está supeditada en todo momento al hombre- lo que ocurre en las esquelas: rara vez aparecen los nombres de la viudas, hijas o hermanas del fallecido; sólo se mencionan a los varones.

Pero no todo es así. Hay contrastes. Nos encontramos sorpresas. En el mundo árabe como en cualquier otro hay de todo, aunque la imagen que tengamos de él a veces esté un poco distorsionada. En el mismo periódico en el que una mujer no puede aparecer en una esquela, nos topamos con anuncios por palabras en los que una joven "libanesa, hermosa, atractiva y universitaria" busca marido.

¿Qué os parece? A mi me impresionó bastante. Además, me encanta darme cuenta de la importancia de los medios y de que algunas de las cosas que aprendemos en la facultad nos sirven para algo, por mucho que algunos se empeñen en menospreciar nuestra profesión.