viernes, 5 de septiembre de 2008

Precisamente hoy...

Precisamente hoy dos personas me han animado a escribir. Una lo ha hecho sin saberlo ni pretenderlo: la lectura de uno de sus textos me ha llevado a recordar muchas cosas (desde aquí, aún sin saber si sus ojos recorrerán estas líneas, quiero darle las gracias por todos esos momentos) y darme cuenta de lo bonito y gratificante que puede resultar esto de coger lápiz e intentar plasmar tus ideas y sentimientos en papel. Otra personita, ésta sí de manera totalmente consciente y voluntaria, me ha dicho tras echarle un vistazo al blog: "¿Por qué no escribes?" Y por una vez, voy a hacerle un poquillo de caso, para que vea que mi única misión en esta vida no es llevarle la contraria. Así que ahí va...

¿Existen las casualidades? ¿Hay cosas que son únicamente fruto del azar? ¿Hay un destino marcado para cada persona? Todos nos hemos hecho estas preguntas en algún momento de nuestras vidas o... quizás en muchos, demasiados. Siempre que nos sucede algo que se sale -ya sea para bien o para mal- de lo que podemos considerar rutina, llegamos a este punto: el plantearnos el porqué. Lo que ocurre es que para la mayoría de esos porqués no tenemos respuestas; o al menos, éstas no son tan claras ni tan firmes como nos gustarían.

No creo en el destino, entendiendo por tal un camino establecido de antemano; creo que todos estamos en condiciones de ir marcándonos nuestra vida con nuestras acciones o decisiones. Pero lo que sí me gustaría creer, aunque claro está que esta es otra de las cuestiones sin respuesta, es que el tiempo pone todo y a todos en el lugar que se merece.

No creo en el destino, sí en las casualidades. Y es que, como muy bien dice un amigo, "la casualidad nos da siempre lo que nunca se nos hubiera ocurrido pedir", y es cierto. Las mejores cosas de esta vida llegan así, ¿no? Cuando menos las esperas. Y quizás sea esa capacidad de sorprendernos, lo que haga que merezca la pena. Una decisión aparentemente sin importancia puede cambiar el rumbo de tu vida. O, sin previo aviso, una persona de esas miles que hay el mundo -pero precisamente esa, y no otra- irrumpe en el tuyo y es capaz de trastocártelo todo.... pero ¿es esto casualidad?... Lo siento, pero para ésta tampoco tengo respuesta.

Un besazo para esos dos niños, que hoy por "casualidad" ("azar" o "destino", como queráis llamarlo) me han animado a juntar estas letras y darles sentido... Muchas gracias

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buenas.M e sentido gratificado leyendo estas letras tuyas,la verdad sq transmites muxo ala persona q plasma sus ojos ener texto.Yo,dsd aki,t mando un mensaj cn un solo significado:escribe.Sigue y no descanss d acerlo,ocupa esos momntos d soledad q todos tenemos en acer sentir a los dmas como personas,personas q leen e intntan conciliarse cn esas letras...No pienss q argunos articulos puedan estar mjor o peor,eso da iwal.Lo importante es la valía d tus letras,su significado.Dsd aki t mando recuer2 y no olvides q tus letras estan yenas d vida.un beso

Anónimo dijo...

Precisamente hoy... como cada día, sin saberlo,pretenderlo y ni siquiera imaginártelo me he levantado y he compartido mi primer pensamiento entre alguien y tú. El destino es un hijo de puta,ya te lo dije...

Eldan dijo...

¡Hola Mariló! Siento no haber leído esto antes, tenía mi blog muy descuidado y por tanto tampoco he leído mucho los blogs que seguía antes... Pero me alegro mucho de ver que has retomado tu escritura, y de ver cómo la casualidad ayudó a que volvieras a escribir. Ahora, ya lo sabes, leí esas líneas ;) (más vale tarde que nunca).