La sociedad en la que vivimos cada vez es más insegura, y no sólo por individuos como al que antes nos referíamos, capaces de insultar y pegar a una niña indefensa, cuyo único "delito" es haber nacido en un país diferente. Como decía, la culpa no recae únicamente en estas personas sin escrúpulos, sino que trasciende mucho más allá: nos encontramos en un mundo en el que la solidaridad cada vez brilla más por su ausencia; un mundo de desconfianzas, prisas e individualismo en el que ya apenas hay tiempo para pensar en valores (se enumeran pero no tienen efecto). La preocupación por lo "nuestro" (yo, "mi" familia, "mi" trabajo, "mi" dinero, "mi" salud, "mis" problemas,... ) supera con creces y en todo momento las preocupación por los "otros", y esto es una gran lacra. Si pensásemos un poco más en los demás y dejásemos de vez en cuando de mirarnos el ombligo, quizás hechos como el que hoy denuncio ocurrirían menos a menudo, pues seguramente alguien solidario acudiría a prestarnos ayuda. Tan reprobable es el comportamiento del individuo que golpea a la chica, como el que no mueve ni una pestaña por ayudarla, ni aun después de haberse marchado el agresor se digna a interesarse por ella... No me caso de repetirlo... pero ¿a dónde vamos a llegar? Me da pena, y también vergüenza, vivir en un mundo así.
Miradas tranquilas, miradas sinceras, miradas nerviosas, miradas perdidas, miradas indiscretas, miradas calculadas, miradas directas... Miradas... sólo eso. Distintas formas de acercarnos a la actualidad, de fijar nuestra vista en ella. Miradas que nos permitan ver más allá de la realidad que a veces algunos se empeñan en mostrar.
martes, 23 de octubre de 2007
¿A dónde vamos a llegar?
La sociedad en la que vivimos cada vez es más insegura, y no sólo por individuos como al que antes nos referíamos, capaces de insultar y pegar a una niña indefensa, cuyo único "delito" es haber nacido en un país diferente. Como decía, la culpa no recae únicamente en estas personas sin escrúpulos, sino que trasciende mucho más allá: nos encontramos en un mundo en el que la solidaridad cada vez brilla más por su ausencia; un mundo de desconfianzas, prisas e individualismo en el que ya apenas hay tiempo para pensar en valores (se enumeran pero no tienen efecto). La preocupación por lo "nuestro" (yo, "mi" familia, "mi" trabajo, "mi" dinero, "mi" salud, "mis" problemas,... ) supera con creces y en todo momento las preocupación por los "otros", y esto es una gran lacra. Si pensásemos un poco más en los demás y dejásemos de vez en cuando de mirarnos el ombligo, quizás hechos como el que hoy denuncio ocurrirían menos a menudo, pues seguramente alguien solidario acudiría a prestarnos ayuda. Tan reprobable es el comportamiento del individuo que golpea a la chica, como el que no mueve ni una pestaña por ayudarla, ni aun después de haberse marchado el agresor se digna a interesarse por ella... No me caso de repetirlo... pero ¿a dónde vamos a llegar? Me da pena, y también vergüenza, vivir en un mundo así.
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5 comentarios:
Alguien que hace eso no es un ser humano, ni mucho menos una animal racional. Simplemente es un idiota que ve reflejada en cada hostia que da las que él se merece.
Esto no tiene nombre. Me parece patético e increible que haya personas (si se les puede llamar así) de esta calaña. ¿Hacia dónde va este mundo de locos?
Este mundo está loco...no sé cómo puede exisir gente así...indignante, vamos :(...y luego dicen q el "mundo va bien"...
Parece mentira que puedan existir personas así, con esa frialdad y esa naturalidad para agredir a otras personas sin motivo. Esta vez le ha tocado a esta niña, pero, ¿a quién le tocará mañana o pasado?... da miedo la sociedad actual.
Bueno, todos estamos de acuerdo en que las acciones de este tipo, al margen de los traumas o problemas que arrastre consigo, son despreciables, cualquiera lo diría. Lo que no estoy de acuerdo es con criticar en exceso la actitud del otro chaval, que es testigo de lo ocurrido. En una situación así es normal sentirse paralizado por el miedo, y yo creo que tampoco se le puede culpar por no haber hecho nada. Permanecer impasible ante algo así no es lo correcto, pero es una actitud muy humana.
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